martes, 15 de noviembre de 2011

De amor & otras adicciones: ¿Para qué dormir cuando puedo soñar despierta?



La rutina nocturna para la mayor parte de los chicos, es cenar, lavarse los dientes, discutir con sus padres para no apagar el portátil, y dormir hasta despertar al siguiente día. La rutina de las chicas, es prácticamente la misma… con una variable: nosotros cenamos, lavamos nuestros dientes, nos aplicamos Dios sabrá qué número de mascarillas, apagamos el portátil hasta que nuestros padres están prácticamente apuntándonos con un arma, y pretendemos dormir por al menos media hora antes de realmente conciliar el sueño.

La pregunta es ¿qué hacemos en esa media hora?

La respuesta es tan variada, que me llevaría al menos veinte entradas para describir todo lo que podemos hacer en treinta minutos; aunque en sí, todo se resume en una cosa: soñar despierta. Se dice que “soñar despierto” es hilar un mundo alterno que sería ideal para nuestra vida. Un lugar donde puedes ser la chica más popular de la escuela, con largo cabello castaño y ojos verdes. Donde no existen las clases con aburridos maestros que no explican nada más que teoría, y el chico más atractivo de la escuela te sonríe desde su pony morado.

Según los científicos, no hay absolutamente nada de malo en soñar despierto. Al contrario, favorece a la agilización del cerebro y ayuda a tener mayor descanso cuando realmente caes en los brazos de Morfeo. Con todo respeto, yo difiero. No digo que las personas que sueñan despiertas deberían ser quemadas vivas como en los tiempos de los cazadores de brujas (cosa que sé porque leí una nota de herejía, no porque vi la película de Nicholas Cage donde sale un demonio gay en la última media hora); porque después de todo, no hacen un daño a la sociedad, pero sí se hacen un daño a sí mismas.

Uno de los mayores problemas de crear un mundo de fantasía en nuestra mente, es que cuando salimos al mundo real, relacionamos gran parte de lo que sucede en nuestra imaginación, a los hechos verídicos. Por ejemplo, si gran parte de la noche has estado soñando con que el chico de tus sueños ha sucumbido ante tus encantos; al siguiente día, cuando llegues a la escuela, pensarás que él te esta mirando, cuando en realidad estaba viendo a su amigo, que veía caminando justo detrás de ti. El problema es que todo eso no acaba ahí. Mientras caminas a tu salón de clases, examinarás la mirada tantas veces, que para cuando vuelvas a encontrarte con él por casualidad, pensarás que ha estado a punto de hablarte, cuando en realidad estaba en medio de un estornudo. Después de eso vendrán una serie de especulaciones tuyas, que empiezan en una mirada, y terminan con pensar que el chico ya sabe que estas interesada y ahora te esta evitando por eso; cuando el sujeto ni siquiera sabe de tu existencia.

¡Deja de vivir dentro de un mundo de fantasías, cuando puedes vivir en el mundo real! No importa si eres alta, flaca, gorda o bajita, cualquier chico puede mirarte si tienes la suficiente fuerza para acercarte y decir “hola”. No, no es necesario que agregues el “…estoy enamorada de ti y en mi mente nos hemos casado una y otra vez.” Un simple “hola” esta bien. Todas tenemos inseguridades a lo desconocido, por supuesto; mucho más cuando se trata de hablar del chico de tus sueños (literalmente hablando), pero no por eso vamos a negarnos las experiencias que podrían cambiar nuestra vida. Recuerda que los amores más grandes, comienzan con un saludo y no con una vida planeada en tu mente de la que él ni siquiera esta enterado.

No esta mal vivir en un mundo de fantasías, siempre y cuando no te pierdas en él. El mundo real siempre va a ser más interesante si buscas la manera de que las cosas jueguen a tu favor. ¿Qué es lo peor que puede pasar? El que no arriesga, no gana.

+MM.